El objetivo principal es lograr el aumento de la productividad y la minimización de errores en dos dependencias especializadas en la defensa de personas que se encuentran atravesando extremas situaciones de vulnerabilidad. El trabajo demandó casi un año. Ahora la Defensoría General fue auditada por primera vez por la organización internacional que otorga los certificados de calidad.
Hace unos meses, la Defensora General de la provincia, María Inés Diez, se propuso lograr la certificación de normas ISO para dos dependencias en particular en donde se trabaja en la defensa de personas que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad tras haber sido víctimas de violencia.
“Las víctimas de violencia familiar y de género constituyen para nosotros un grupo vulnerable que requiere de especial atención. En ese entendimiento y con conciencia humanitaria, iniciamos la tarea de optimizar nuestro sistema de atención. La intención es garantizarles a los ciudadanos que, a pesar de que las situaciones que se encuentran atravesando son complejas y emocionalmente desgastantes, desde la Defensoría General ponemos todo de nuestra parte para que sus trámites avancen con fluidez”, dijo Diez al respecto.
Las normas internacionales ISO tienen infinitos puntos positivos. Entre ellos se destacan el aumento de productividad y la minimización de errores.
ISO es una organización mundial independiente, no gubernamental, con una membresía de 163 organismos nacionales de normalización. A través de sus miembros, se comparten conocimientos y se desarrollan estrategias basadas en el consenso que resultan innovadoras y aportan soluciones.
“La Defensoría General es un organismo judicial interesado en garantizar calidad, seguridad y eficiencia a través de esta certificación de normas que nos pone hoy en la tarea de estudiar y luego implementar toda una serie de procesos que, finalmente, nos permitirán vincularnos mejor con las personas”, explicó Diez.