San Juan dio el primer paso
Fue Aldo Cantoni, quien al asumir la gobernación de San Juan modificó la Constitución provincial y habilitó a las mujeres sanjuaninas a votar y a presentar sus candidatas en las elecciones municipales de 1928.
En el año 1927 se reformó la Constitución Provincial, incorporándose por primera vez en el país derechos sociales propios de un estado benefactor Entre sus leyes más destacadas está la del sufragio femenino, práctica que eran inexistente en nuestro país hasta ese momento.
Este sería uno de los antecedentes fundamentales de la actual Constitución Nacional Argentina. Entre las medidas que incluía estaba el voto femenino: San Juan fue la primera provincia argentina en permitirlo, y la esposa del gobernador, Rosalina Plaza de Cantoni, fue la segunda mujer en votar en la Argentina. Seis años más tarde, San Juan tendría también la primera legisladora del país, Emar Acosta.
A nivel país
Si bien la ley se promulgó en 1947, recién en 1951 las mujeres acudieron masivamente a las urnas. La demanda histórica que el peronismo materializó tiene sus antecedentes en las persistentes batallas y conquistas que llevaron adelante, desde principio de siglo, las mujeres organizadas en las agrupaciones feministas, las socialistas y radicales.
En 1911, los requisitos para empadronarse contemplaban, entre otros, ser ciudadano mayor de edad, saber leer y escribir, ejercer alguna profesión y tener domicilio en la ciudad de votación.
Julieta Lantieri disertando sobre los derechos políticos de la mujer. Circa, 1920.
De 1911 a 1939 se presentaron diversas iniciativas que buscaron garantizar el voto femenino, aunque muchas de ellas ni siquiera se debatieron en el recinto. Fue el representante del Partido Bloquista, Aldo Cantoni, quien al asumir la gobernación de San Juan modificó la Constitución provincial y habilitó a las mujeres sanjuaninas a votar y a presentar sus candidatas en las elecciones municipales de 1928.
Primer ensayo de voto femenino organizado por la Unión Feminista. Preside la mesa la Dra. Elvira Rawson de Dellepiane, 1920.
Los debates para apoyar o no la ley del sufragio femenino fue por lo menos acalorado. Sucedieron en el interior de los partidos políticos y entre las diferentes organizaciones de mujeres. El historiador Pablo Vázquez, especialista en peronismo, explica que “Perón, ya en 1945 desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, planteó el tema del voto femenino. Entre las sufragistas, sobre todo el colectivo que encabezaba Victoria Ocampo, no querían que saliese el proyecto, porque “lo daban” los militares; para ellas, el peronismo era la dictadura”.
La Argentina había suscripto las Actas de Chapultepec en 1945 que solicitaban el otorgamiento del sufragio a las mujeres. “Sin embargo, la situación crítica en la que se encontraban los países europeos y la ‘división del mundo’ en dos bloques después de la Segunda Guerra Mundial generó una fuerte invisibilización de la agenda de los movimientos de mujeres en el mundo. Nuestro país rápidamente se puso al frente del sufragio con la particularidad de que no implicaba ningún tipo de restricción censitaria como sí lo tenía otras leyes de sufragio sancionadas en otras latitudes”, explica Romina Martínez, integrante de la Comisión Directiva INIHEP- Museo Evita
Si bien la ley se promulgó en 1947, recién en 1951 las mujeres pudieron ejercer su derecho. “Tenemos que tener en cuenta en primer lugar, que para que las mujeres pudiéramos votar hubo que modificar procedimientos técnico-administrativos estatales que hacían a la identidad de las personas físicas, que en la Argentina estaba asociada al padrón militar desde el siglo XIX”, explica Martínez.